Universo Mental
Mercè Ferriz Gil

Mercè Ferriz Gil


Se licenció en Psicología por la Universidad de Barcelona en 1993. Posteriormente se formó como psicoterapeuta en la Associació Catalana de Psicoteràpia Psicianalítca, Societat Catalana de Rorschach i Mètodes Projectius, Centre de Teràpia Familiar de Barcelona y Oglethorpe University,(Atlanta, GA).

Tiene publicados diversos escritos sobre el modelo del espacio-tiempo mental, cine y psicoanálisis y reseñas bibliográficas. Su experiencia profesional abarca la atención en salud mental comunitaria, la intervención en ámbitos educativos y sociales, en especial dentro de comunidades pequeñas (Km0) y la consulta privada. Hace un tiempo se unió a Francesc Vieta en este viaje por el universo mental, en busca de puentes entre el mundo físico y el mental, con el afán de desarrollar un modelo de mente y realidad que integre los descubrimientos más recientes de la psicología y la física de nuestros tiempos.

Francesc Vieta Pascual


Se licenció en Psicología en la Univ. Autónoma de Barcelona (UAB 1988). Es psicoterapeuta y creador del modelo del Espacio-Tiempo Mental, junto con Mercè Ferriz, presentado en jornadas en Barcelona (ACPP y FEAP) y en el Congreso Mundial de Psicoterapia Relacional (Madrid 2011). Fue uno de los fundadores de la revista online Clínica e Investigación Relacional (CeIR). Profesor de Psicodiagnóstico a través del Minnessota Multiphasic Personality Inventory. Master en dinámica de grupos por la Univ. Deusto. Además de la lista de másteres y títulos para que la gente sienta que es alguien importante y que vale la pena leer sus escritos, Francesc es el jefe de la tribu de los Pirlukis, que habitan, quizás, en algún lugar del universo.

Los pirlukis son seres que destacan por ser incapaces de bailar La Conga. F. fue elegido jefe de la tribu porque era el único que no quería serlo.

Francesc Vieta Pascual

De dónde venimos - dónde estamos - hacia dónde dirigirnos

De dónde venimos.
No partimos de cero. Antes que nosotros, muchas otras personas navegaron por el universo de lo mental y sus descubrimientos nos han guiado en nuestra labor y nos guiarán en esta aventura.

Congreso Internacional Psicoanálisis (Weimar, 1911)
Congreso Internacional Psicoanálisis (Weimar, 1911): Eugen Bleuler, Lou Andreas Salomé, Otto Rank, Sandor Ferenczi, Sigmund Freud, Carl Gustav Jung, Karl Abraham, Ernest Jones, Wilhelm Stekel y Otras.
Conferencia Solvay de físicos (1911, Bruselas)

Conferencia Solvay de físicos (1911, Bruselas): Walther Nernst, Robert Goldschmidt, Max Planck, Marcel Brillouin, Heinrich Rubens, Ernest Solvay, Arnold Sommerfeld, Hendrik Antoon Lorentz, Frederick Lindemann, Maurice de Broglie, Martin Knudsen, Emil Warburg, Jean Perrin, Friedrich Hasenöhrl, Georges Hostelet, Edouard Herzen, James Hopwood Jeans, Wilhelm Wien, Ernest Rutherford, Marie Curie, Henri Poincaré, Heike Kamerlingh Onnes, Albert Einstein, Paul Langevin.

En 1911 hubo dos conferencias claves para entender de dónde venimos y en qué momento nos hallamos: la cumbre entre los físicos más destacados que debatían y empezaban a intentar integrar la física clásica y la recientemente descubierta física cuántica. Dicho de otro modo, el reto era integrar en un modelo coherente lo explícito y lo implícito de la materia-energía. Es decir, cómo se vinculan el macrocosmos y microcosmos.

En el mismo año, se produce otra cumbre entre las y los psicoanalistas más destacados de la época. A partir del descubrimiento de Freud del inconsciente, se intenta comprender la vida psíquica humana en su totalidad: la consciente y la inconsciente, lo explícito y lo implícito de lo psíquico.

Estas dos conferencias representan la construcción de los dos pilares fundamentales del puente entre universo físico y universo mental.

Venimos de un recorrido histórico repleto de fantásticos descubrimientos; de mucho conocimiento acumulado sobre lo sustancial y lo mental, sobre la materia y el espíritu, sobre la carne y el alma….

Aunque todavía no está integrado.

Ciencia vs. Religión

Venimos de un tiempo en el que un conflicto bélico e implícito entre ciencia y religión, por el sentido de la existencia, impide dicha integración.

Dónde estamos: horizonte de sucesos.

A estas alturas todos sabemos que existe una
incoherencia flagrante
entre lo mucho que hemos avanzado tecnológicamente y el uso que, en ciertos contextos, se hace de la tecnología.

Por una parte, podemos combatir enfermedades causantes de mucho dolor, de una manera muy sofisticada, y al mismo tiempo usar esos conocimientos y esa tecnología también para causar dolor y destrucción, como evidencia el progreso de la industria armamentística y la catástrofe ecológica.

Esta incoherencia flagrante se traduce en una
angustia colectiva
latente en la mayoría de las personas, un malestar en la cultura. Esta angustia de la humanidad no es debida sólo al espacio, al estado de nuestro planeta. La angustia colectiva más decisiva se debe a que la vivencia de estar atrapadas y atrapados en hábitos autodestructivos no cesará jamás, o a tiempo.

En momentos de angustia colectiva suelen manifestarse tres tipos de reacción: la parálisis, la negación y la precipitación. Ante este reto colectivo debemos orientar coherentemente nuestros movimientos. El problema es que el estamento que domina el relato sobre la realidad o la existencia, que es el paradigma científico materialista, nos dice que todo surge de la nada; que la vida y la consciencia es una casualidad, fruto del azar, guiada por una evolución ciega...

A ver quién es capaz de dirigir coherentemente su vida ante el reto que se nos plantea como especie siguiendo estas premisas…

...
HORIZONTE DE SUCESOS. Gargantua, representación del agujero negro de la película interestelar. Image: Earner Bros. El horizonte de sucesos representa el punto de no retorno.

El deseo –y la urgencia- de reparar esta desconexión emocional nos impulsa a establecer vínculos con otros que, como nosotros, observan distintos aspectos de la realidad: se trata de compartir e integrar lo que cada persona en su disciplina ha ido descubriendo. Creemos que así podremos evolucionar y puede que superar algunas de nuestras incoherencias evidentes, como poner la tecnología al servicio de la destructividad. Al fin y al cabo, nosotros confiamos en la capacidad evolutiva… también en lo emocional. Y, además, como muchos otros, sentimos que estamos en un momento crucial.

Estamos en un momento crucial

Universo Mental
El dilema está entre seguir la inercia que nos lleva a la autodestrucción
Universo Mental
O dar un salto evolutivo para variar nuestro movimiento de manera inteligente.

Hacia dónde dirigirnos
. Existen tres principios básicos de la existencia que no deben relativizarse:

EXISTO

SOY CONSCIENTE

DISPONGO DE CIERTO GRADO DE LIBERTAD

Curiosamente, la parte materialista de la ciencia está socavando, especialmente dos de ellos, Pero poner en duda la propia existencia es un mal negocio. Debemos abandonar la duda existencial del ser o no ser:

SOMOS

Dudar de nuestra capacidad consciente, convirtiéndola en un subproducto azaroso de la materia, guiado por una evolución ciega, es también meterse en un laberinto sin salida.

SOMOS SERES CONSCIENTES.

Negar nuestro libre albedrío nos convierte en máquinas programadas. Al igual que los dos principios anteriores, dudar de éste convierte nuestra actividad mental en un sinsentido.

SOMOS SERES CONSCIENTES EN BUSCA DE SENTIDO

Una vez asumimos estos Tres Principios Básicos de la Realidad y, por tanto, de nuestra existencia, podemos empezar a empoderarnos, es decir prepararnos para dirigir nuestras acciones, emociones y pensamientos en una dirección coherente con nuestro reto:

Variar la inercia autodestructiva y dirigirnos hacia la posibilidad de dar un salto evolutivo.

El salto evolutivo

Primer paso
: reconocer y valorar la esencia psíquica del universo. Será a través de este reconocimiento cómo lograremos crear artefactos y tecnología psíquica a base de pensamientos y emociones coherentes, impulsoras del salto evolutivo.

Segundo paso
: Para variar inercias que acumulan siglos de hábitos ya incoherentes, debemos atender las ansiedades –individuales y colectivas-, y transformar nuestras emociones para orientar mejor nuestras intenciones y, de este modo, movernos de una manera más eficaz y coherente. Las emociones que nos permiten orientar coherentemente nuestros movimientos en el espacio-tiempo son:

la confianza, la capacidad/potencia y la esperanza.

No obstante, son sus polos opuestos los que dominan el estado mental-emocional de la malla relacional humana: desconfianza, la impotencia y la desesperanza.

Un escenario que transformaría de manera eficaz y rápida el estado mental-emocional de impotencia y desesperanza en el que nos hallamos inmersos sería el descubrimiento de un tipo de movimiento masivo eficaz, simultáneo e instantáneo. De ahí que desde hace años se depositen grandes esperanzas en la investigación y la comprensión de la conexión no local , el fenómeno más sorprendente descubierto en física cuántica:

A nivel de microcosmos, partículas que han compartido un mismo estado cuántico muestran una conexión coordinada e instantánea, más allá del espacio y el tiempo, es decir, cuando una cambia la otra también y simultáneamente, por muy separadas que estén entre sí...

¿Cabe entonces preguntarnos si la conexión no-local se da también en el mundo macroscópico y en el universo mental?

...

LA CONEXIÓN NO LOCAL ES UNA DIRECCIÓN HACIA LA QUE DIRIGIR NUESTRO MOVIMIENTO MENTAL-EMOCIONAL COLECTIVO

La humanidad, ¿puede hacer movimientos intencionales masivos coherentes con el reto actual, que sean instantáneos y simultáneos?